La villa de Aínsa, declarada Monumento nacional en 1965, se encuentra en un lugar privilegiado. Rodeada de amplios espacios naturales como el parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido y el Parque natural de los Cañones y la sierra de Guara, ofrece al visitante multitud de posibilidad para disfrutar de los momentos de ocio respirando tranquilidad o viviendo experiencias inolvidables.
En su casco antiguo destacan edificios de gran interés histórico-artístico como son el castillo que data del siglo XI, la plaza Mayor cuyos orígenes se remontan al siglo XI y XII, y la colegiata de Santa Maria, del siglo XI. Sus calles, abrigadas con casas antiguas y reformadas, impecables, componendo el maravilloso entorno medieval del casca antiguo de Aínsa.
No hay que olvidar los dos ríos que atraviesan el pueblo el Cinca y el Ara que se juntan al final para desembocar en el pantano, ofreciendo unas hermosas vistas.
Escapada de fin de semana: Aínsa
Allá arriba en el norte de Huesca, al pie de los impresionantes macizos del Pirineo Central, se alza desde hace más de trece siglos una de las más encantadoras villas medievales que puedas imaginar. Tanto es así que en su día fue hasta capital de su propio reino, el reino de Sobrarbe. Si todavía no la conoces, tienes todo el siglo XXI para hacerlo, y te recomendamos que lo hagas cuanto antes, porque Aínsa es realmente un lugar que no te puedes perder.
Conocida de siempre como la encrucijada de todos los caminos de Pirineos, Aínsa está sobre un promontorio en el lugar donde se juntan dos ríos, el Cinca y el Ara. Su situación privilegiada ha sido de siempre un factor fundamental para que albergase las ferias más importantes de la comarca, y durante siglos supo mantener este peso comercial hasta que éste decayó a mediados del siglo pasado.
El núcleo de su perfecto urbanismo medieval son dos calles paralelas: la Calle Mayor, que es la calle rica, la calle con las casas de los nobles como la casa Arnal o la casa Bielsa; y la calle más humilde: la calle Santa Cruz, donde se encuentra la Iglesia de Santa María. Todo un gran pasado de gestas históricas y pujante actividad comercial le han dado un rico patrimonio arquitectónico, donde destacan la torre de la colegiata; su ciudadela, construida en el siglo XI para defenderla de los musulmanes; o su Plaza Mayor en forma de trapecio, una de las mejores plazas medievales de España.
Hay mucho que visitar y conocer en Aínsa. En la Torre del Homenaje de su castillo tienes el Eco-Museo o Albergue de la Fauna, y allí mismo está también el Centro de Interpretación del Geoparque de Sobrabe y la oficina de turismo.
Si vas pronto, quizá tengas la suerte de vivir una de las jornadas micológicas que se celebran en noviembre; y del 11 al 12 de diciembre puedes conocer su feria del vino artesanoPunchacubas. Además, su situación estratégica es perfecta para ir a visitar lugares tan alucinantes y cercanos como el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, el Parque Nacional de la Sierra y Cañones de Guara, o el Parque Nacional Posets-Maladeta. Muchas y muy grandes razones te dará siempre Aínsa para que disfrutes de su visita y vuelvas a tu casa contento de que se haya cruzado en tu camino.